Julieta Jones, la hija predilecta de Stan Drake, era la perfecta mujer de los 50: atenta, simpática, extrovertida, responsable y recelosa de un padre entrañable que iba a su bola y una hermana de melena rubia y escasa cabeza. Cocinaba, limpiaba, aconsejaba, administraba, resolvía todos los problemas (tanto los suyos como los de los demás), trabajaba y, además, le daba tiempo a enamorarse y a ir siempre estupenda. Julieta era el prototipo de ama de casa perfecta.
No culpen al viejo Stan: los cómics más populares siempre han sido los de héroes y heroínas.
Soy historiadora en paro, de modo que hablo mucho cuando me dejan. Tengo una relación amor-odio con los blogs: los crío, los mimo, los mantengo... y los abandono. Al final, sin embargo, esa manía de hablar tanto acaba, en las noches de soledad, por hacerme criar un nuevo blog. Esperemos que éste sea el definitivo... y que no os aburra demasiado.
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